Artículo escrito por Laureano del Castillo de CEPES, publicado en el diario La Primera. Hace unos días, el editorial del diario El
Comercio se dedicó a defender la titulación de predios rurales en las
comunidades campesinas. Pero no era para garantizar el derecho de propiedad de
estas organizaciones, junto con las municipalidades, la principal organización
del mundo rural peruano. Como afirma en su subtítulo “La titulación de predios
rurales debe llegar al interior de las comunidades campesinas”.
El editorial empieza saludando el anuncio
del Ministerio de Agricultura de la obtención de un crédito de una entidad
multilateral para financiar el programa de titulación rural, actividad
desatendida por el Estado en los años anteriores. La nota celebra que con esta
acción se enfrente la injusticia que pesa especialmente sobre los agricultores
de la sierra “donde se concentra buena parte de los predios sin titular”. Pero
el editorialista lamenta que no se haya considerado titular la propiedad
individual al interior de las comunidades campesinas. El argumento ya lo hemos
escuchado en anteriores oportunidades, para levantar la idea de la destrucción
de la propiedad de las comunidades, con la idea de construir un país de
ciudadanos. Vaya, que son las mismas ideas que inspiraron al Libertador Bolívar
en 1824, pero que tuvo que morigerar al año siguiente.
Con la intención de sustentar sus ideas,
recurren a la Constitución Política, pero haciendo una mala lectura, pues
invocan la inembargabilidad de las tierras comunales, eliminada en la
Constitución de 1993. En su lectura sesgada, omiten el reconocimiento que hizo
la Constitución de 1993, igual que sus precedentes de 1933 y de 1979, respecto
de la autonomía de las comunidades campesinas.
El pretendido beneficio de la titulación
individual no es tal si vemos que, más allá de la complejidad de entregar
títulos a los comuneros por las varias parcelas que usualmente poseen dentro de
la comunidad, el tamaño de dichas propiedades no alcanza para servir como
instrumento de garantía para obtener créditos de las instituciones financieras.
Por el contrario, fomentar, como hace dicho editorial la generalización de la
propiedad individual, no solo debilitaría aún más una institución social muy
importante en el agreste mundo andino sino que facilitaría la disposición de
sus tierras. Pero no se han preguntado los autores del editorial cómo vivirían
los campesinos con el dinero que obtengan.
Ver
en: http://www.laprimeraperu.pe/online/columnistas-y-colaboradores/disponiendo-de-lo-ajeno_162603.html