Omar Mariluz. Diario La República, mar, 30/11/2010.
La República tuvo acceso a la información financiera que la empresa brindó al Ministerio de Trabajo y que fue base para la elaboración del respectivo Dictamen Económico-Laboral de la negociación colectiva que mantuvo Camposol con sus trabajadores.
La respuesta a la interrogante planteada cae por su propio peso. El laboralista Javier Mujica explica que la información brindada por Camposol condiciona los resultados de la negociación con los trabajadores, en la medida que se presentara como una empresa en una situación desfavorable.
“La información que brinda (Camposol) al Ministerio de Trabajo es justamente para atender el pedido de los trabajadores y por eso esa información condiciona el resultado de la negociación colectiva y hace que los beneficios sean limitados, pero al mismo tiempo publica otra información en su página web”, resaltó.
Por su parte, Camposol asegura que, si bien registraron utilidades financieras, estas son solo en teoría, puesto que la norma internacional permite incrementar el resultado actual con las utilidades que generarán en el futuro sus plantaciones jóvenes. Pero afirman que sus utilidades netas son negativas, y permite el reparto de las mismas entre los trabajadores.
Son utilidades de papel
“Las utilidades financieras que presenta la empresa se basan en una revalorización de sus activos que le han permitido elevar el valor de estos únicamente sobre el papel, lo que no significa mayores ingresos de dinero que pueda repartirse por medio de utilidades”, explicaron.
Camposol emplea aproximadamente diez mil trabajadores en las comunidades de Virú, Chao y Nuevo Chao. En sus 13 años no solo ha llegado a ser la empresa más grande de La Libertad (tuvo el 30.2% de la producción de la región en el 2009) sino que el año pasado, en medio de la crisis, registró ganancias por US$ 24.2 millones.
