jueves, 27 de septiembre de 2012

Agroexportación y sindicatos


Artículo escrito por Alejandra Alayza, Coordinadora Ejecutiva de la Red Peruana por una Globalización con Equidad (RedGE) y publicado en el diario La República. A pesar de la crisis internacional, el boom agroexportador sigue transformando el campo peruano. Este crecimiento ha sido incentivado por los TLC, pero antes, con Fujimori, la creación del régimen laboral especial agrario supuso un impulso definitivo. Lo que sería régimen transitorio se convirtió en un régimen permanente. Para abaratar costos de inversión se disminuyeron derechos a los trabajadores y obligaciones a los inversionistas.

El déficit de información oficial sobre las condiciones de empleo del sector esconden esta triste realidad, en el que las mujeres son las más afectadas.  Hace unos años se calculaba que solo en Ica había cerca de 50 mil puestos de trabajo, de los cuales el 70% eran mujeres. A pesar de que en los TLC nuestro país ha ofrecido respetar los derechos de sindicalización y negociación colectiva, el déficit es inmenso.

Hay muy pocos sindicatos y los trabajadores evitan organizarse, temiendo represalias. Este incumplimiento puede tener severas consecuencias en el marco de los TLC. Empecemos a atender el problema.

Ver en: http://www.larepublica.pe/columnistas/globalizaciones/agroexportacion-y-sindicatos-27-09-2012

miércoles, 26 de septiembre de 2012

La Revista Agraria Nº 144

Última edición de la Revista Agraria en la que se realiza un amplio informo sobre lo que fue Mistura 2012, el nuevo mercado de Santa Anita y la desnutrición y la seguridad alimentaria. En este número también una entrevista a Ricardo Giesecke, presidente de Emmsa y a Bernardo Roca Rey, presidente de APEGA.

http://www.larevistaagraria.info/content/la-revista-agraria-144-setiembre-2012-texto-completo


jueves, 20 de septiembre de 2012

América Latina, comercio y nuevos desafíos


Artículo publicado en el diario La República y escrito por Alejandra Alayza, Coordinadora Ejecutiva de RedGE. Los efectos de la crisis internacional ya se dejaron sentir este año en nuestras exportaciones y se estima que el dinamismo exportador de nuestro país y la región sea aun más bajo. Según los datos de la CEPAL, en el reciente informe Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2011-2012, en el escenario más optimista el crecimiento del valor de las exportaciones regionales de América Latina entre el 2013 y 2015 no superaría el 10.5% anual, comparado con sobre 20% anual entre el 2005 y 2011. Este contexto la necesidad de diversificar nuestros mercados de destino, nos lleva a pensar en AL como destino estratégico a ser priorizado. 

Hoy el comercio intrarregional no tiene el dinamismo que podría tener, a pesar de qué es un importante mercado para nuestros productos con valor agregado: más del 50% de las exportaciones de bienes intermedios de la región se dirigen a AL. Para enfrentar los retos del futuro potenciar las relaciones comerciales intrarregionales en América Latina es una prioridad, se vuelve a colocar una agenda que durante mucho tiempo había sido postergada.


lunes, 17 de septiembre de 2012

Perú: algunos alimentos aumentan 17% en su precio

El alza de los precios de los alimentos está preocupando no sólo a las amas de casa que a diario ven como su dinero ya no alcanza para adquirir estos productos. Fernando Eguren, de CEPES, considera que esta situación se viene dando por la falta de apoyo, por parte del Estado, a la pequeña y mediana agricultura, a pesar de que son ellos quienes producen los alimentos. Informe de Telesur




Latifundio y límites a la propiedad agraria

Artículo escrito por Laureano del Castillo, Director Ejecutivo del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES) y publicado en el diario La Primera. Los antiguos romanos acuñaron la expresión Dura lex sed lex, cuya traducción al español sería “la ley es dura, pero es la ley”. Aunque hay muchos aspectos en que la locución latina resulta aplicable, conviene recordar a los miembros de la Comisión Agraria del Congreso que en la legislatura anterior un par de proyectos de ley quedaron entrampados. Nos referimos a los proyectos que buscaban poner un límite máximo a la extensión de las tierras agrícolas.

Algunos acusaron de inconstitucionales a esos proyectos, pero debe recordarse que el artículo 88 de la Constitución vigente establece que “La ley puede fijar los límites y la extensión de la tierra según las peculiaridades de cada zona”. No solo eso, sino siguiendo nuestra propia tradición constitucional y del Derecho Civil, el artículo 70 de nuestra Constitución señala que el derecho de propiedad “Se ejerce en armonía con el bien común y dentro de los límites de la ley”.

Más aún, desde 1995 está vigente la Ley Nº 26505, aprobada en las postrimerías del Congreso Constituyente Democrático (CCD), la cual estableció un impuesto a las propiedades que excedieran las 3,000 ha, excluyendo del mismo a las comunidades campesinas y a las propiedades privadas entonces existentes. Esa limitación, conforme se discutió en aquella oportunidad en el CCD, buscaba evitar la concentración de tierras agrícolas. Esa norma está vigente, aunque no se ha reglamentado el impuesto.

Así las cosas, haría bien la Comisión Agraria en retomar la discusión del tema. Pero,  ¿por qué mover este espinoso tema? Por una razón muy simple: se ha producido en las últimas dos décadas un silencioso proceso de concentración de tierras agrícolas, dando lugar a la formación de verdaderos neolatifundios, que motivarían la envidia de los hacendados cuyas tierras fueron expropiadas en la década de 1970.

Para quienes piensan que cualquier intento de frenar este proceso de concentración atenta contra el desarrollo del país y que el Estado no debería interferir en el mercado, habría que recordarles que, para ser coherentes con esos planteamientos, debería objetarse la millonaria inversión que el Estado ha anunciado llevar adelante en grandes irrigaciones, para beneficiar, con precios subsidiados, la adquisición de tierras fiscales por unas pocas grandes empresas. Esos proyectos promueven los cultivos para la agroexportación y los biocombustibles, que no ayudan a nuestra seguridad alimentaria, la cual es atendida sobre todo por pequeños productores agrarios, para los que paradójicamente, se brinda un apoyo mínimo desde el Estado.


miércoles, 12 de septiembre de 2012

Sector textil: ¿Más exportaciones, menos producción local?


Artículo escrito por Julio Gamero y publicado en el diario La Primera. La manufactura es el sector económico que aparece afectado por la crisis internacional. Al primer semestre del 2012, según el INEI, venía cayendo en -0,36% en contraste con el crecimiento del PBI, que acumulaba un 6,11% para igual periodo.

Por su parte, la industria textil es uno de los sectores industriales con mayor caída en la producción. Así, en el primer semestre del 2012, según PRODUCE , la fabricación de productos textiles registraba un -18,9% mientras que la fabricación de prendas de vestir presentaba una variación positiva de 1,5%.

Las exportaciones de dichos sectores, de otro lado, mostraban un crecimiento muy significativo al primer semestre del año en curso. De acuerdo con el BCRP, las prendas de vestir y otras confecciones venían aumentando en 12,9% mientras las exportaciones de tejidos mostraban un aumento del 64,5%. En contraste, las fibras textiles y los hilados venían contrayéndose.

El comportamiento descrito llama a varias reflexiones. La primera de ellas es que una parte importante de las empresas de confecciones, recogiendo las lecciones de la debacle del 2009, han diversificado sus mercados de destino. Por ello, sus exportaciones continúan creciendo. Segunda reflexión, la crisis no afecta a todos los sectores por igual. Así, prendas de vestir y tejidos continúan creciendo pero las fibras sintéticas y los hilados pierden mercados.

Tercera cuestión, las importaciones de hilados provenientes de la India habrían desplazado a los productores locales. Ello explica que, en paralelo, a la caída de la producción de hilados aumenta la producción y exportación de los tejidos y las prendas de vestir.

Este punto no es menor ya que si se suma a la menor oferta del algodón local como insumo para los hilados, y que tiene como contrapartida el aumento de las importaciones de algodón proveniente de EEUU, el resultado acabará siendo una  industria de prendas de vestir segmentada. Una parte de ella que incorpora hilados y tejidos elaborados con algodón nacional y, otra, que utiliza hilados provenientes de un tercer país. 

El efecto más relevante de dicha segmentación es que se afecta la consolidación de un complejo textil algodonero con lo cual se diluye el efecto multiplicador de un aumento de nuestras exportaciones ya que estas no acabarán dinamizando la actividad agraria como eran los supuestos que se esgrimieron, en su época,  en las negociaciones del ATPDEA y, luego, durante el proceso del TLC con EEUU.